¿Por qué tengo estrés si no hago nada?

Tener estrés es algo natural y común al ser humano y a otros animales. Es una reacción que presentamos ante situaciones que instintivamente percibimos como peligrosas. En pequeños episodios, el estrés es muy positivo, ya que nos ayuda a evitar un peligro o cumplir una fecha límite en el trabajo. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo puede dañar gravemente nuestra salud.

El estrés pone en marcha ciertos mecanismos que aumentan nuestras facultades para poder superar situaciones que requieren un extra de esfuerzo, concentración, energía o fuerza, así que nos es de gran ayuda en época de exámenes o picos de mucho trabajo. El problema surge cuando estas situaciones se alargan hasta alterar la vida de una persona, pudiendo llegar a causar graves problemas físicos y psicológicos.

No es necesario hacer nada para sufrir estres

El estilo de vida actual marcado por ámbitos sociales, económicos y laborales muy exigentes, ha provocado que nos acostumbremos a un estado de inquietud o nerviosismo constantes. Es por esto que el estrés puede aparecer sin que aparentemente tengas que hacer nada, quedarse contigo durante una larga temporada, e incluso llegar a cronificarse por diversos motivos, ya sea porque la situación que lo desencadena no cesa, o porque eres incapaz de interpretarla como algo dañino, o incluso porque te resulta imposible reconocerla o afrontarla.

 

De alguna forma se nos entrena desde la infancia para habituarnos al estrés. En el colegio se les exige a los niños que maximicen su aprendizaje y lo enfoquen hacia múltiples ámbitos. En él las jornadas laborales se alargan y la adecuación de la actividad se mide muchas veces de forma cuantitativa, cuanto más mejor, incluso el ocio se vuelve una imposición. Hay que quedar con los amigos, cumplir con los deberes familiares y desarrollar una vida social lo más intensa posible.

La vocación natural del ser humano para adaptarse al medio provoca que nos habituemos obligatoriamente a un nivel de demanda desorbitado. La convivencia con una sensación de ansiedad continuada hace que cueste mucho reconocer el estrés como algo dañino. Creemos que debe ser así, que es lo normal, y por tanto no nos planteamos que pueda o deba ser de otra manera. Afrontar una situación de estrés crónico significa emprender un duro viaje, pero existen una serie de técnicas que te serán de gran ayuda.

Los 5 Consejos para entender y gestionar mejor el estrés.

El primer paso es reconocer la situación e identificarla como algo anómalo que atenta contra tu bienestar. Ya sabes que a niveles adecuados y puntuales de estrés son necesarios, pero tenemos que estar alerta para cuando pasemos ese umbral y comenzamos a vivir un problema de estrés crónico.

El siguiente paso es rebajar los niveles de autoexigencia. Cuando te acostumbras a convivir con las expectativas que tu entorno vuelca sobre ti, lo más probable es que acabes por interiorizarlas. A veces el deseo irracional de cumplir con todo lo que consideramos un deber crea metas irreales. La ansiedad originada por ese nivel de esfuerzo constante acaba convertida en un sentimiento de frustración, provocado por no llegar al propósito que nos hemos marcado, tanto el camino dominado por el nerviosismo, como el resultado. La sensación de fracaso trae aparejados múltiples problemas.

Aprende a interpretar los síntomas. Fases prolongadas de convivencia con el estrés pueden ocasionar diversos tipos de trastornos físicos y psicológicos, como insomnio, alteraciones del apetito, dolencias cardiovasculares y estomacales, cansancio, depresión, o incrementar también nuestros problemas de autoestima. En muchas ocasiones las personas afectadas no son capaces de asociar ciertas características con una sintomatología de estrés, por ello resulta necesario detenerse, reflexionar y auto examinarse. Preguntarte desde cuando duermes mal, porque siempre estás nervioso. O si han cambiado tus hábitos, puede darte una pista a tener muy en cuenta sobre cuál es tu estado anímico.

Intenta verlo como una parte más de ti mismo. Tratar el estrés como a un enemigo contra el que debes luchar puede convertirlo en otro foco añadido de estrés. Asumir que es algo con lo que vas a coexistir te colocará en la casilla de salida para empezar a manejarlo.

Y, por último, busca tu propia manera de afrontar el estrés. Pregúntate que necesitas, que te gusta, que quieres, pon el foco sobre ti mismo. Aprender a gestionar el estrés pasa por encontrar la fórmula que mejor se adapta a cada uno y sus circunstancias.

Aquí tienes algunas ideas que puedes probar por ejemplo: mejora tu asertividad, aprende a comunicar directamente qué quieres o qué sientes, conecta con la naturaleza, recorrer el bosque, pasear por la playa, ir a un parque… está demostrado que acercarnos a la naturaleza nos ayuda a rebajar nuestros niveles de estrés, apúntate al mindfulness, disfruta de las experiencias mientras suceden, aprende a vivir el momento presente y sin juzgarlo y por último haz deporte, no importa cuál, corre, nada, monta en bicicleta, camina… cualquier modalidad es buena si te hace sentir bien, lo importante es que el deporte nos ayuda a desconectar, y además agregamos endorfinas, que es un neurotransmisor que nos produce una profunda sensación de bienestar.

 

¿Existen más opciones para gestionar el estrés?

La respuesta es sí. Gracias a la evolución de la tecnología en la era moderna que vivimos existen otros métodos capaces ayudar a mitigar este trastorno tan común entre las personas.

Esta tecnología tiene su base en las frecuencias, dentro del campo de la física cuántica, una tecnología que hasta día de hoy sólo estaba al alcance de unos pocos profesionales del sector dado el elevado coste de dicha aparatología.

Si deseas conocer más sobre esta tecnología te dejo aquí el enlace a otro post donde te la explicamos con más detalle.

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ONDA HEALY EN ESPAÑOL

Ya no es una incógnita saber por qué tienes estrés

Hoy te presento un dispositivo de frecuencias inventado y desarrollado en Alemania que ha conseguido optimizar tanto esta tecnología que la ha podido llevar a los hogares de las personas, haciendo de este, un dispositivo portátil, sencillo de utilizar y sobretodo haciéndolo totalmente asequible a cualquier bolsillo, para que no pueda faltar en el hogar de cualquier núcleo familiar.

Este dispositivo se llama Healy y con él, y la tecnología de frecuencias trastornos como el estrés, la ansiedad, la depresión, la fibromialgia y los dolores musculares se pueden equilibrar, obteniendo así unos resultados testados y certificados científica y médicamente, pudiendo hacerlo de una forma muy sencilla, ya que se conecta a un smartphone o teléfono móvil y a través de él se maneja.

¿A que es genial? Espero que te haya gustado este artículo, y te invito a que veas más en esta página que trata sobre este dispositivo tan maravilloso que a mi me ha ayudado muchísimo, y si quieres consultar cualquier cosa decirte que puedes consultarme cuando desees, estaré encantada de resolverte cualquier duda que tengas.

Me encanta Healy y me gustaría distribuirlo

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