¡HOLA!
Mi nombre es Evangelina Alfaro, aunque me suelen llamar Eva.
Este es el único rincón de la web en el que te voy a contar cosas acerca de mí y sobre lo que me llevó a fundar e impulsar esta comunidad de Healy en español.
¡Allá vamos!
MI TIEMPO ENTRE ZAPATOS
Aunque ahora me ves feliz, realizada y con una gran armonía entre cuerpo y mente, las cosas no siempre fueron así.
Por tradición familiar, desde bien niña estuve relacionada con el mundo del calzado. Mi madre es de Elche y su historia de amor con este sector comenzó de jovencita, cosiendo zapatos.
De ahí surgió el sueño de su vida: tener su propia zapatería. Le puso tanta intención para conseguirlo que finalmente lo cumplió.
Así que yo me crié entre zapatos y por inercia acabé trabajando en la tienda.
En aquella época, uno de mis hermanos se abría camino como enfermero y comenzó a interesarse por las terapias complementarias.
A mí me gustaba el sector de la salud, pero el destino me llevó a dirigir y a expandir el negocio familiar.
Mientras tanto, mi hermano se convirtió en un experto en acupuntura y cromoterapia.
Todo iba bien con los zapatos, pero me faltaba algo…
CÓMO EMPECÉ A SENTIR
Hace poco más de 10 años falleció mi padre y eso me provocó un gran vacío.
Así es cómo aumentó mi interés por el mundo energético en el que estaba mi hermano y en muy poco tiempo algo cambió dentro de mí.
Comencé a SENTIR. Así, en mayúsculas.
Descubrí que había una inmensidad más allá de lo que pueden ver nuestros ojos o tocar nuestras manos.
Tiempo después me inicié como terapeuta de Shamballa y me conecté con la energía invisible que mueve todo lo que hay en nuestro universo.
Mi terrible vacío se iba llenando…
Evangelina alfaro
Empresaria, CEO y fundadora de la comunidad “Yo Soy Healy”
CUANDO LAS COSAS SE TUERCEN CONOZCO HEALY
Todo iba bien hasta que llegó la pandemia y los gastos del negocio empezaron a ser inasumibles. Así que, tras el confinamiento y las restricciones posteriores, me vi obligada a cerrar todas las tiendas.
De repente me encontraba en una situación desconocida para mí.
Mi espíritu empezó a flaquear y, como cualquier persona, se lo iba contando a las amigas…
Hasta que un día, una de ellas me habló de un dispositivo médico portátil para tratar el dolor, la depresión y el insomnio.
Su nombre es Healy y en español significa sanar.
Lo que me contaba mi amiga parecía de ciencia ficción, pero yo sabía que lo de las energías era real… ¡y ese dispositivo tecnológico y holístico conectaba la ciencia con la espiritualidad!
La conversación con mi amiga te la puedes imaginar. Ella me insistía en que ese aparatito portátil funcionaba.
Me decía que lo había comprobado por sí misma y con otras personas. Todo gracias a un distribuidor que hacía sesiones de demostración a distancia.
Así que como Healy tiene una garantía de 14 días decidí comprarlo y ver qué pasaba.
RECUPERO MI ÁNIMO
Mientras esperaba a que llegase el transportista a casa me preguntaba si había acertado con mi decisión de compra.
Cuando llegó, instalé las aplicaciones móviles y, de manera fácil, empecé a aplicarme los programas que trae para equilibrar los estados de ánimo. Recuerdo que fueron Confianza, Bienestar del Alma y Pensamientos Positivos.
Mi sorpresa fue que empecé a sentirme mejor desde el principio. Me encontraba más animada y con mucha más vitalidad.
Recuerdo que usé mi Healy en la peluquería, en el coche e incluso haciendo las tareas de casa.
El caso es que fueron pasando los días y, mientras mi emoción crecía, la garantía de devolución expiró.
Yo estaba feliz trasteando con mi flamante herramienta cuántica de salud.
Alineé mis chakras y mis meridianos, me apliqué programas de belleza y empecé a plantearme la posibilidad de distribuirlo.
Entonces decidí hacer mis primeras sesiones a distancia para tratar a otras personas.
HEALY ALIVIA LOS DOLORES
La primera vez que usé Healy fue con el marido de mi amiga Chelo. Le dolía mucho un brazo y apenas podía caminar porque estaba mal de la rodilla.
Esta sesión la hice sin cámara, así que usé el Whatsapp para contarle a Chelo lo que me decía Healy sobre las frecuencias de su marido.
Mientras tanto, el dispositivo de biorresonancia iba haciendo su trabajo.
¡Y vaya si lo hizo!
En menos de 5 minutos recibí un vídeo de mi amiga en el que salía su marido andando por el pasillo, con una sonrisa de oreja a oreja y moviendo su brazo como si nada.
Healy funcionaba realmente, así que después de hacer otras sesiones de comprobación me decidí a dar el gran paso.
¡Iba a distribuir Healy!
Por fin podría cumplir mi sueño de ganarme la vida ayudando a las personas a vivir una vida saludable, feliz y consciente.
NACE YO SOY HEALY
Cuando empiezo a distribuir Healy cumplo otra de mis metas.
Tras toda una vida laboral encerrada entre cuatro paredes, tenía la oportunidad de empezar a conocer gente nueva a diario.
Pero el mundo de Healy no se trata solo de vender aparatitos para obtener unas recompensas.
También va de sumar a la causa a personas con conciencia que quieran ganarse la vida ayudando a los demás a sentirse mejor.
Y para eso fundé esta comunidad de sanación y le llame Yo soy Healy.
Gracias a ella más de 150 personas conscientes compartimos las experiencias y los éxitos que tenemos a diario con Healy.
Puede ser que algún día tú te unas a esta comunidad y nos ayudes a divulgar eso de que todo es energía, frecuencia y vibración.
¡Ojalá sea así!
Querrá decir que ya tienes tu herramienta holística portátil para uso personal, familiar o profesional.
Mientras lo decides, quiero invitarte a una sesión de demostración gratuita donde te demostraré cómo trabaja Healy a distancia. También te aplicaré las cinco terapias que Healy considere prioritarias para ti.
